Licencias de Apertura y Actividad

¿Cómo abrir un centro de yoga y pilates y tramitar la licencia de actividad?

¿Quién no tiene un conocido hoy en día que va a clases de yoga o pilates al menos una vez a la semana?

Licencia Actividad y Apertura Centro yoga y Pilates 13

Los días en que estas prácticas sólo la realizaban unos pocos ha quedado atrás. Cada vez hay más personas que se apuntan a este tipo de ejercicios por sus beneficios físicos y mentales.

Por eso ahora es el mejor momento de abrir un centro de yoga o pilates si te llama este mundo y te pica el gusanillo de tener tu propio negocio.

Ser el propietario de un estudio de yoga o pilates puede convertirse en algo muy rentable: el número de personas que practican esta disciplina aumenta un 20% cada año.

Así que si te has planteado abrir un centro de yoga o pilates, en esta guía completa voy a enseñarte los pasos y consejos para que lo logres con éxito.

¿Qué tipos de clases puedes ofrecer en un centro de yoga o pilates?

Lo que debes tener en cuenta a la hora de abrir un negocio de este tipo es saber exactamente qué tipos de clases son las que vas a ofrecer.

El yoga es una disciplina que cuenta con más de 50 estilos diferentes. No voy a mencionarte todos los que hay pero los estilos de yoga más populares hoy en día, y que son los más demandados entre la gente, son estos:

Hatha Yoga

Este es el estilo de yoga más practicado alrededor del mundo, y el que más se acerca al yoga original. Es una de las variedades en las que más se trabaja la parte física del cuerpo.

Si alguna vez has ido a una clase o un gimnasio en el que hayas dado yoga, probablemente este sea el estilo que has realizado en tus clases.

La gran ventaja del Hatha Yoga respecto a otras variedades es que puede ser practicado por cualquier persona, sin importar su edad o su estado físico (aunque en este último caso siempre hay que hacer los movimientos con precaución).

Kundalini Yoga

Este es el tipo de yoga más espiritual que hay, ya que los ejercicios se suelen acompañar también con cantos, rituales, e inciensos.

Lo que diferencia al Kundalini Yoga es que las posturas van acompañadas de “respiraciones de fuego“, un tipo de respiración muy potente para limpiar la sangre y liberarnos profundamente del estrés.

Bikram Yoga

Las condiciones para hacer este tipo de yoga son muy especiales: las posturas se realizan en un orden determinado, y la habitación en la que se practica debe estar a una temperatura de entre 40 y 42 grados.

Si decides ofrecer este tipo de yoga en tu centro, es importante que tengas en cuenta que deberás equipar la sala en la que se vaya a hacer con las instalaciones adecuadas (un sistema de calefacción potente, una buena ventilación…).

Yoga Prenatal

En los últimos años hay muchísimas mujeres embarazadas que han decidido apuntarse a hacer yoga para estar más fuertes durante la gestación y que sus bebés crezcan más sanos.

Por eso, este tipo de yoga que adapta las posturas al estado de embarazo en el que esté la mujer, ha crecido muchísimo en popularidad ya que hay muchos médicos que lo recomiendan a sus pacientes.

Estos cuatro estilos son sólo algunos de los tipos de yoga que más se suelen ofrecer en los centros; por eso, una buena idea es que en el tuyo no te limites a uno solo.

Y la misma idea se aplica a los centros de pilates, existen diferentes técnicas de ejercicios y diferentes enfoques para el pilates.

Si quieres abrir tu estudio de yoga o pilates con éxito, lo mejor es que tengas varios estilos de clases para atraer así a un número mayor de clientes.

Date de alta como profesional independiente

El primer paso que debes dar para abrir CUALQUIER negocio es el de registrarte como autónomo o profesional independiente.

No importa si sólo vas a ser el dueño del estudio de yoga o pilates, o si también vas a dar clases allí: debes inscribirte tú en la Seguridad Social para luego poder registrar también tu negocio a tu nombre.

Elige los tipos de yoga o pilates que vas a ofrecer

Como ya te dije antes, es importante que en estos primeros pasos elijas los tipos de yoga o pilates que vas a ofrecer en tu estudio.

Aquí dependerás o bien del estilo de yoga o pilates en el que tú estés formado, o de los instructores que vayas a contratar para dar clase.

Para llegar a un número mayor de clientes es muy recomendable que ofrezcas distintos estilos, y también enseñanzas complementarias como meditación y pranayama (respiración).

La elección debes hacerla tú, pero es buena idea que investigues cuáles son los tipos que más demandan las personas que viven o pasan por la zona en la que pondrás tu estudio.

Si por ejemplo tu centro va a estar en una zona donde la población de mujeres ya son mayores para quedarse embarazadas, ofrecer clases de yoga prenatal puede que no sea muy buena idea.

Escribe tu plan de negocios

Un plan de negocios es un elemento vital para cualquier tipo de empresa que quieras comenzar. Es como crear un mapa cuando vas a hacer un viaje en coche.

En este plan debes asegurarte de plasmar todos los datos e información de tu centro para saber bien qué pasos debes ir dando.

Debes incluir en él:

Aunque parezca algo difícil, en realidad es más simple de lo que parece crearlo. Tan sólo debes ir contestando a esos puntos de uno en uno, con calma y sin agobiarte.

Asegúrate de poner en cada apartado toda la información de la manera más detallada posible, y así crearás un buen plan de negocios que te llevará al éxito.

Crea un presupuesto para tu estudio de yoga o pilates

Como en cualquier negocio, vas a necesitar un capital inicial para abrir tu centro y poder mantenerlo hasta que te genere suficientes beneficios.

Así que crear un presupuesto te ayudará como herramienta para calcular bien cuánto necesitas, y si debes pedir algún tipo de préstamo para poder arrancar.

En este presupuesto debes incluir todos los gastos que vayas a tener antes de abrir tu negocio y también al menos hasta los seis meses de haberlo arrancado.

En general, los costes que deberás tener en cuenta serán:

Mira bien cualquier coste adicional que puedas tener para calcular el presupuesto que necesitas para al menos seis meses desde la apertura de tu estudio, y que no haya ningún gasto adicional que te pille por sorpresa.

Descubre quiénes serán tus clientes potenciales

Una parte vital de todo emprendimiento es saber quiénes serán nuestros clientes; sin ellos, no hay ventas. Y sin ventas, no hay ingresos ni beneficios para nosotros.

Investiga bien quiénes pueden estar interesados en tu negocio para que así puedas promocionarte mejor y darles un servicio de atención al cliente magnífico.

Pero debes buscar también otros aspectos como cuáles son sus aficiones principales, en qué sitios y medios se mueven (redes sociales, periódicos, revistas) y cuál es su poder adquisitivo medio.

Estos datos son muy valiosos porque te ayudarán a descubrir un sinfín de cosas, como qué precios poner a tus clases, cómo atraer a tus clientes, en qué lugares puedes anunciarte…

Busca un buen local para tus clases

Para abrir un centro de yoga o pilates necesitarás un espacio amplio; aunque también debes tener en cuenta el número de clases que darás en él, y las instalaciones que pondrás.

Si por ejemplo te gustaría dar dos clases distintas el mismo día y a la misma hora para maximizar tus ingresos, tendrás que contar con dos salas en tu local.

Pero si sólo vas a ofrecer una clase a una hora concreta, con una sala te será suficiente. No te olvides tampoco de que debes contar con espacio para tu recepción y al menos un cuarto de baño.

Una buena idea es que empieces con un local de tamaño medio, de entre 100 a 130 metros cuadrados, y si es posible que esté cerca de un estacionamiento y de zonas por las que pase bastante gente.

La decisión de comprar o alquilar el local debe ser tuya, pero lo más aconsejable es que primero lo alquiles: te será más barato, y si no funciona, podrás deshacerte de él más fácilmente.

También debes hacerte ciertas preguntas antes de firmar cualquier contrato para rentar tu local, como por ejemplo:

Elige un buen nombre que te identifique

Quizás para otros negocios el nombre es importante; pero cuando se trata de un estudio de yoga o pilates, el nombre es clave.

Las personas interesadas en esta disciplina suelen guiarse mucho por sus sentimientos y las emociones que les dé una primera impresión.

Así que si ven el nombre de un centro que no les transmite emoción, lo más probable es que pasen de largo.

Pero asegúrate bien de que tanto en tu ciudad como en tu país no hay ningún otro centro o asociación con el mismo nombre, porque eso podría confundir a tus futuros clientes.

Consigue las licencias y permisos necesarios

Una vez que tu negocio esté ya registrado, necesitarás tramitar la licencia de actividad y permisos para poder abrir tus puertas y ejercer tu actividad comercial sin problema.

Para abrir un centro de yoga o pilates tendrás que solicitar ciertos documentos básicos:

Recuerda que nadie podrá empezar a dar clases en tu estudio hasta que no tengas aprobados todos estos papeles.

Además, debes informarte bien de cuáles son los documentos exactos que necesitarás, porque cada Ayuntamiento tiene normativas distintas.

Y tampoco te olvides que sacar estas licencias y permisos tiene un coste, así que mete esos gastos en el presupuesto que hiciste en el punto cuatro de más arriba.

Compra el equipamiento para tu estudio

Ahora toca una de las partes más divertidas en tu negocio: comprar el mobiliario para poner bonito tu estudio de yoga o pilates.

El principal lugar por el que debes empezar es la recepción: es el primer sitio al que llegarán tus clientes, y por el que se decidirán a apuntarse a tus clases o no.

Un buen mostrador y cuadros o tapices con imágenes relacionadas con el negocio y frases positivas harán que las personas que entren se lleven una buena impresión.

Pero no te olvides de otros complementos como lámparas, sillas o sillones, estanterías, percheros para colgar abrigos o chaquetas, o incluso taquillas para que guarden sus pertenencias.

Busca buenas personas para contratar como empleados

Si vas a abrir un centro de yoga, lo más probable es que tú solo no seas capaz de manejarlo; no vas a poder dar clase (si es que eres instructor) y a la vez estar en la recepción atendiendo a otros.

Aquí depende mucho del papel que vayas a jugar en tu negocio.

Si quieres dar clases, necesitarás al menos a alguien que atienda a los clientes que entran, e incluso contratar a un profesor o profesora extra para que dé otros estilos de yoga distintos al tuyo.

Aunque si sólo quieres ser el dueño del negocio, una buena idea sería ponerte tú en la recepción, y contratar a dos profesores para impartir sus enseñanzas.

Sea como sea, algo importantísimo es que contrates a la persona correcta; y esta tiene que ser una persona amable, educada, y si es posible, que tenga unos conocimientos básicos sobre este mundo.

Así que quien les reciba debe ser una persona amable, de buen carácter positivo, y que sepa un poco sobre el negocio en caso de que le pregunte algún cliente para poder responder bien.

Contrata un seguro de accidentes para tus alumnos

Es muy recomendable que antes de iniciar tu estudio contrates un seguro de responsabilidad civil que cubra cualquier problema que le pueda surgir a uno de tus alumnos dentro de tu local.

El yoga o pilates, al fin y al cabo, es una actividad física en la que por las posturas se pueden producir lesiones por un error del alumno.

Y si tienes contratada una póliza para esto, te ahorrarás muchos disgustos y dolores de cabeza.

Una buena idea es que contactes con varias compañías de seguros y les preguntes qué características y precios tienen para instalaciones deportivas o gimnasios, y así puedas comparar entre varias aseguradoras.

Organiza los horarios para tus clases

Aquí debes tener tres cosas bien claras: qué clases vas a ofrecer en tu estudio, de cuánta duración serán cada una, y qué horas prefieren tus clientes para asistir a ellas.

Normalmente las clases rondan entre una hora y hora y media de clase, pero eres tú quien debe decidir cuál es el mejor tiempo para cada práctica.

Si las personas que acudirán a tus clases son mujeres embarazadas o que tienen hijos, lo más probable es que prefieran practicar yoga por las mañanas cuando los niños están en el colegio.

Pero si son mujeres y hombres que estudian o trabajan, seguramente prefieran ir a tu estudio por la tarde una vez que han salido de sus obligaciones laborales.

Así que intenta concentrar el mayor número de clases posibles en los horarios que mejor se adapten a tus alumnos para que tengan más facilidad en acudir a tu centro.

Piensa en el precio que pondrás a tus clases

Por lo general, los centros suelen trabajar con suscripciones que se pagan por adelantado y así los clientes pueden disfrutar de las clases y de algunos servicios adicionales.

Lo más normal es que estas suscripciones sean mensuales y den derecho a un cierto número de clases (por ejemplo, 8 clases al mes).

Aunque también hay estudios que proporcionan bonos trimestrales o anuales en los que el precio es más barato y se incluyen unas cuantas clases más para atraer a más alumnos.

Tú debes decidir por qué tipo de cuota empiezas; sin embargo, la mejor idea es comenzar con la suscripción mensual, y si te funciona, establecer otras cuotas distintas para comprobar si tienen éxito.

Un truco muy efectivo que ponen en marcha la mayoría de centros de yoga es dar la primera clase gratis para que las personas interesadas puedan probar el yoga, y que después se apunten a la clase pagando.

Crea una estrategia de publicidad para promocionarte

Los clientes no van a ir solos a tu negocio. Algunos de ellos pasarán por el escaparate de tu local, les picará la curiosidad, y entrarán en tu estudio.

Pero para tener verdadero éxito con tu centro de yoga tienes que moverte y publicitarte para atraer al público que deseas.

Piensa con cuidado qué estrategias de marketing serían las mejores para ti, y en qué sitios ponerlas en práctica dependiendo de donde se muevan tus futuros alumnos.

Por ejemplo: si son personas que utilizan bastante Internet, sería bueno anunciarte en páginas web, blogs, redes sociales…

Pero si por el contrario usan medios más tradicionales (periódicos, revistas) lo ideal es que te publicites en estos sitios, o que pongas carteles en la calle y des folletos a quienes pasen cerca de tu estudio.

Aquí tienes distintas técnicas para promocionarte que puedes emplear sin gastar apenas dinero, y que te serán muy útiles para atraer clientes:

Vende objetos relacionados con el yoga o pilates

Una magnífica idea para expandir tu centro de yoga y aumentar tus beneficios es vender artículos relacionados con esta disciplina en tu estudio.

Tus alumnos los verán cuando vayan a tus clases, y será mucho más cómodo para ellos comprarlos allí mismo que tener que buscarlos en otros sitios, o desplazarse hasta otras tiendas para hacerlo.

Sin embargo, con esta estrategia también adquirirás nuevos clientes para tu negocio.

Hay personas que no pueden ir a clases porque sus horarios no se lo permiten, pero sí practican este tipo de ejercicio en sus casas, y necesitan materiales para poder realizarlo.

Y vendiendo productos en tu centro conseguirás atraerlos para que te compren aunque no acudan a tus clases.

Puedes poner en la entrada y la recepción de tu estudio estanterías y muebles en los que enseñes los artículos que vendes, y también mostrarlos en el escaparate para que todo el que pase por allí pueda verlos.

Los objetos que puedes ofrecer son muchos: esterillas, mantas, zafus (cojines de meditación), inciensos, velas, Japa Malas, incluso libros o productos de cosmética bio.

Acondiciona correctamente las salas

Un punto importantísimo para tener éxito con tu centro de yoga es que la sala o salas en las que des clase estén bien acondicionadas.

A nadie le gusta ir a hacer ejercicio a un lugar que esté sucio, donde haya humedades o malos olores, o donde se pase demasiado frío o demasiado calor durante toda la clase.

Así que mira bien que tus salas tengan todo lo necesario para dar clases con comodidad: buenos suelos, un sistema de ventilación en condiciones, que esté adornado para que transmita paz a tus alumnos…

Pero no te olvides de dos cosas muy importantes: el aislamiento acústico, y la buena orientación de las ventanas.

El primero es imprescindible para dar una buena clase. Tus paredes deben estar bien insonorizadas sobre todo si el vecindario es algo ruidoso para que en clase tus alumnos puedan concentrarse bien, y no se distraigan con ningún ruido.

La orientación de las ventanas también es importante para disponer del máximo de luz natural que puedas, y así disminuir el frío en invierno.

Crea un formulario para apuntar las limitaciones de tus alumnos

El yoga y pilates, sea cual sea su variedad, es al fin y al cabo un ejercicio físico. Y aunque muchas personas lo practican por sus beneficios para la salud, hay que tener cuidado si se tiene alguna lesión o enfermedad específica.

Una buena forma de evitar posibles problemas con tus alumnos es que, al inscribirse en tus clases, les des un formulario para que escriban en él cualquier lesión o enfermedad que tengan.

De este modo, darás una impresión mucho más profesional a tus clientes, verán que te preocupas por ellos, y en tus clases podrás decirles posturas alternativas para que eviten hacerse daño.

Contacte con nosotros para la realización del proyecto y tramitación de su licencia de apertura. Presupuestos sin compromiso.

Teléfono / WhatsApp: 655-03-44-55
Web: www.madridlicencias.com
E-mail: info@madridlicencias.com

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