¿Cómo montar un Gimnasio o Centro de Entrenamiento Personal?
La vida sana está de moda. No hay ninguna localidad o barrio que no cuente con, al menos, un par de gimnasios o centros de entranamiento personal. ¡Y hay de todo tipo! Femeninos, low cost, especializados en yoga, artes marciales, abiertos 24 horas…
¿Eres un entrenador cualificado o no sabes nada de ejercicio?
Ante todo, debes saber en qué clasificación entras tú: ¿eres un entrenador titulado o tienes alguna cualificación deportiva y por eso quieres montar un gimnasio? ¿O tan sólo eres un emprendedor que quiere iniciar un negocio para ser su propio jefe?
Si perteneces al primer grupo, buenas noticias: puedes dejar de leer aquí y pasar al segundo paso. Pero si eres un emprendedor con ganas de hacer dinero, y no sabes nada de ejercicio, empieza a informarte sobre este mundo YA.
Debes conocer qué máquinas y equipo se suelen utilizar en los gimnasios, los precios que rondan estos artículos, qué marcas o fabricantes tienen una mejor calidad…
En este punto también tienes que empezar a considerar si crees que la gestión de tu gimnasio la podrás hacer tú solo (adquiriendo conocimientos sobre el mundo del fitness) o si, por el contrario, consideras que vas a necesitar un socio (un entrenador cualificado, por ejemplo) que te ayude con este negocio.
Investiga y haz un plan realista
Montar un gimnasio requiere muchísima planificación antes de lanzarte a la aventura de abrir un Gimnasio o Centro de Entrenamiento Personal. Investiga al máximo, haz números, y escribe un buen plan de negocios.
Pasa al menos 3 meses hablando con otros dueños de gimnasios de tu ciudad o de otras localidades para que te orienten un poco sobre tu proyecto; muchas de estas personas son bastante abiertas y estarán encantadas de ayudarte con las dudas que te surjan al principio.
Acuerda reuniones con ellos y, antes de acudir a las citas (o llamarles por teléfono), anota todas las posibles preguntas que tengas para que no se te olvide ninguna. Toma todas las notas necesarias durante tus conversaciones.
Realiza tus preguntas en tres áreas fundamentales:
- El tipo de gimnasio, su número de clientes, y todas las fuentes de beneficios generados.
- Los gastos y costos operativos (incluyendo a los empleados y la gestión de esos empleados).
- Los obstáculos que puedas tener al montar tu gimnasio, o los problemas que puedan surgir alrededor de tu proyecto.
Con el tiempo, podrás hacer preguntas más específicas de acuerdo a tus planes. Después de los primeros dos meses, es recomendable que sólo hables con dueños que tengan el mismo estilo de gimnasio que el que tú planeas montar. Esta investigación debe incluir un presupuesto completo.
Tu negocio necesitará equipación, publicidad, y un local para montarlo, pero debes incluir un presupuesto también para otras cosas menos obvias como un seguro, un servicio de limpiezas, la contabilidad, y otras utilidades que pueden aumentar los costes.
Ahorra dinero antes de dar el salto
Uno de los mayores problemas que existen al intentar montar un Gimnasio o Centro de Entrenamiento Personal son las finanzas.
Los gastos iniciales para montar un gimnasio dependerán de tus propios planes. ¿Qué estilo de entrenamiento o de gimnasio piensas montar? Un pequeño grupo de fitness será por ejemplo más barato que un gimnasio abierto las 24 horas del día.
Hay algunas formas de acumular o asegurar el capital inicial necesario para montar tu propio gimnasio, como:
- Ahorrarlo todo tú mismo (es poco probable).
- Pedir alguno de los préstamos para negocios existentes en tu banco, poniendo tú parte del capital.
- Asociarte con alguien que traiga todo o parte del capital al negocio (puede ser un entrenador o simplemente un inversor).
Cuanto más grande sea el local, más equipo necesitarás, y mayor deberá ser el ahorro. Y cuanto mejor sea la localización, y más entrenadores contrates, también más altos serán los gastos.
Evita pedir un gran préstamo. Las tasas de interés pueden parecer bajas ahora, pero ¿serás capaz de soportarlas en el futuro si éstas aumentan al doble?
Es imprescindible que tengas un plan para lo inesperado y un dinero en una cuenta separada que no uses todos los meses para los costes de tu gimnasio.
Consigue clientes antes de empezar por tu cuenta
Si ya eres un entrenador personal que trabaja en un gimnasio, esta tarea te será mucho más sencilla de conseguir. Tener clientes incluso antes de haber abierto tus puertas será una garantía de éxito, pero sólo si éstos son clientes fieles dispuestos a seguirte a cualquier parte.
Recuerda que tus ganancias dependen de tu clientela, y, si éstos son fieles y no les importa irse contigo a otro gimnasio, también son una garantía de que hablarán de tu trabajo (y tu gimnasio) a sus conocidos, lo que significa más clientes todavía.
Escoge el lugar adecuado
Estima (siempre hacia la alza) cuáles serán tus gastos y tus ingresos, y alquila o compra un local adecuado a tus números. Siempre puedes alquilar un sitio más grande según vayas consiguiendo más clientes. Pero esto implica a su vez la localización de tu negocio.
Un gran número de tus clientes van a estar determinados por el lugar en el que te establezcas; sólo aquellos dedicados a ti en cuerpo y alma viajarán grandes distancias para ir a tu gimnasio, pero la mayoría querrán entrenar cerca de sus casas o trabajos.
La localización va a ser una de tus grandes decisiones, así que contrata a un profesional inmobiliario para negociar los términos del alquiler de tu gimnasio. Busca un sitio que te dé el mejor valor por lo que estás dispuesto a pagar.
Legaliza tu negocio
Lo más aburrido de iniciar un Gimnasio o Centro de Entrenamiento Personal es todo el papeleo, licencia de actividad, trámites que deberás realizar. Pero recuerda que esto es muy importante para manejar bien tu negocio y evitar problemas legales en el futuro.
Infórmate bien en el Ayuntamiento de tu ciudad de todo el proceso.
Pídeles algunos favores a tus amigos y familia
A nadie le importa más tu éxito que a tus amigos cercanos y a tu familia; pregúntales si te ayudarían a hacer un poco de marketing de tu negocio y, si es así, pídeles que lo hagan.
No hay nada mejor que la publicidad boca a boca, pero también debes tener en cuenta otros métodos de darte a conocer, como las redes sociales, o reuniones o eventos que celebrar en tu comunidad para así atraer clientes potenciales.
Una buena estrategia de ventas es, una vez abierto tu gimnasio, ofrecer seminarios gratuitos sobre temas que le interesen a tus posibles clientes, como nutrición, ejercicios específicos, etc.
Pero recuerda: este tipo de eventos o promociones deben ser para una gran cantidad de gente. Así llegarás a un público mayor, y el coste de los preparativos para ello será mucho menor que si haces sesiones individuales por ejemplo.
Cuenta con las últimas novedades posibles
Gran parte del éxito de un gimnasio hoy día radica en las distintas clases o disciplinas con las que se cuente: hace un tiempo fueron clases de zumba, spinning, y ahora otras como por ejemplo el body balance o el yogilates (una mezcla de yoga y pilates).
Piensa en incluir dentro de tu plan alguna de estas enseñanzas o ejercicios, siempre y cuando vayan de acuerdo con la temática de tu gimnasio (y de tu presupuesto).
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