Hoy os comentaremos las directrices generales sobre cómo montar una empresa de gestión de residuos y sobre cuáles son los requisitos de las licencias de actividad, etc.
COSAS QUE DEBES SABER SI QUIERES MONTAR UNA EMPRESA DE GESTIÓN DE RESIDUOS
¿Qué es una empresa de gestión de residuos?
Las empresas de gestión de residuos son aquellas que realizan el conjunto de operaciones necesarias para dar a los residuos (sólidos, líquidos o gaseosos) el destino global más adecuado desde el punto de vista ambiental, de acuerdo con sus características, volumen, procedencia, coste de tratamiento, posibilidades de recuperación y de comercialización
y directrices administrativas en este campo.
Dichas operaciones incluyen las actividades de recogida, almacenamiento, clasificación, valorización y eliminación, incluyendo tanto la vigilancia de estas actividades como la vigilancia tras el cierre de los lugares de vertido o depósito.
Figuras implicadas en la gestión de residuos
Durante todo proceso de gestión de residuos intervienen las siguientes figuras:
- El productor: puede ser cualquier persona física o jurídica cuya actividad, excluida la derivada del consumo doméstico, produzca residuos o efectúe operaciones de tratamiento previo, de mezcla, o de otro tipo, que ocasionen un cambio de naturaleza o de composición de esos residuos. Tiene también carácter de productor el importador de residuos o adquirente en cualquier Estado miembro de la Unión Europea.
- El poseedor: es el productor de los residuos o la persona física o jurídica que los tenga en su poder y no posea la condición de gestor de los mismos. Esta condición se aplicará a las Administraciones Públicas cuando los residuos se encuentren en su poder como consecuencia de actividades de limpieza y mantenimiento de los espacios públicos de los que son titulares.
- El gestor: es la persona o entidad, pública o privada, que realice cualquiera de las operaciones que componen la gestión de los residuos, sea o no el productor de los mismos.
Principales clases de residuos
Existen varias clasificaciones de residuos. Según su estado, se dividen en sólidos, líquidos y gaseosos; según su procedencia en industriales, agrícolas, sanitarios, y sólidos urbanos; según la legislación, en urbanos y peligrosos. A continuación se recogen las principales clases de residuos:
- Residuos urbanos o municipales:
Son aquellos residuos peligrosos y no peligrosos generados en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios, así como los residuos industriales no peligrosos que por su naturaleza o composición puedan asimilarse a los producidos en los anteriores lugares o actividades.
Están compuestos principalmente de vidrio, papel y cartón, restos orgánicos, plásticos, textiles, metales y madera. Incluyen los residuos peligrosos y no peligrosos procedentes de la limpieza de vías públicas, zonas verdes y áreas recreativas; los animales de compañía muertos; los residuos voluminosos, como muebles y enseres; y los vehículos abandonados.
Los poseedores de residuos urbanos están obligados a entregarlos a los municipios, para su reciclado, valorización o eliminación, en las condiciones en que determinen las respectivas ordenanzas, y que pueden incluir la entrega a gestores autorizados o registrados.
- Residuos industriales:
Son aquellos residuos que, siendo o no peligrosos, se generan en un proceso de fabricación, transformación, utilización, consumo, limpieza o mantenimiento de una instalación o actividad industrial.
- Residuos tóxicos y peligrosos:
Son materiales sólidos, pastosos, líquidos y gaseosos contenidos en recipientes y resultantes de procesos de producción, transformación, utilización o consumo, abandonados por su productor en cantidades o concentraciones tales que representen un riesgo para la salud humana, los recursos naturales y el medio ambiente. En función de las características físicas o químicas, los residuos de este grupo pueden hacer necesarios procesos de tratamiento, recuperación o eliminación distintos.
Se incluyen en esta categoría aquellos residuos que figuren en la lista de residuos peligrosos aprobada en la legislación estatal y los que, sin estar incluidos en la lista citada, tengan tal consideración de conformidad con lo establecido en la normativa estatal; los que hayan sido calificados como peligrosos por la normativa comunitaria y los que pueda aprobar el Gobierno de conformidad con lo establecido en la normativa europea o en convenios internacionales de los que España sea parte; y los recipientes y envases contaminados que hayan contenido residuos o sustancias peligrosas.
– Residuos no peligrosos:
Son aquellos residuos no incluidos en la definición del apartado anterior.
- Residuos inertes:
Se trata de aquellos residuos no peligrosos que no experimentan transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas. Los residuos inertes no son solubles ni combustibles, ni reaccionan física ni químicamente ni de ninguna otra manera, ni son biodegradables, ni afectan negativamente a otras materias con las cuales entran en contacto de forma que puedan dar lugar a contaminación del medio ambiente o perjudicar la salud humana, en particular no deberán suponer un riesgo para la calidad de las aguas superficiales y/o subterráneas.
Esta clase de residuos está constituida por ciertos tipos de chatarras, vidrios, escorias, cenizas, escombros, abrasivos, arenas de moldeo, refractarios, lodos inertes, etc., que al no poseer condiciones adversas para el medio ambiente, son susceptibles de ser reutilizados en obras públicas como relleno, en vertederos, etc.
- Residuos de construcción y demolición:
Son residuos de naturaleza fundamentalmente inerte generados en obras de excavación, nueva construcción, reparación, remodelación, rehabilitación y demolición, incluidos los de obra menor y reparación domiciliaria.
- Residuos biodegradables:
Aquellos residuos orgánicos que en condiciones de vertido pueden descomponerse de forma aerobia (en presencia de oxígeno) o anaerobia (en ausencia de oxígeno).
- Residuos biosanitarios:
Son los residuos específicos de la actividad sanitaria propiamente dicha, potencialmente contaminados con sustancias biológicas al haber entrado en contacto con pacientes o líquidos biológicos.
- Residuos citotóxicos:
Son aquellos que están compuestos por restos de medicamentos citotóxicos y todo material que haya estado en contacto con ellos, que presentan riesgos carcinogénicos, mutagénicos o teratogénicos.
Debes saber que existe un Catálogo Europeo de Residuos11 (CER) que regula los residuos reglamentados y es revisado periódicamente y modificado con arreglo al procedimiento del Comité de Evaluación Europeo (CEE). Agrupa los distintos residuos (hasta 750) en 20 grupos.
Etapas en la gestión de los residuos
Las empresas de gestión de residuos pueden actuar en las distintas etapas que conforman la gestión integral de residuos, entre ellas:
Recogida
La recogida de los residuos urbanos consiste en su recolección para efectuar su traslado a las plantas de tratamiento. Básicamente existen dos tipos fundamentales de recogida:
- Recogida no selectiva: los residuos se depositan mezclados en los contenedores, sin ningún tipo de separación. Ha sido la habitual hasta hace algunos años.
- Recogida selectiva: se hace separando los residuos según su clase y depositándolos en los contenedores correspondientes:
papel y cartón, vidrio, envases, materia orgánica, o pilas. Además, existen los llamados puntos limpios, que no son sino parques de contenedores destinados a la recogida de muebles, enseres, restos de podas, pequeñas cantidades de escombros, chatarras, neumáticos, y de todos aquellos residuos que, generados en los hogares, se consideran «tóxicos y peligrosos» (pilas y baterías, fluorescentes, pinturas, decapantes, botes de productos de limpieza, aceites minerales y vegetales usados, etc.) Los puntos limpios solo admiten residuos generados por particulares, prohibiéndose en ellos la entrada de residuos de origen industrial.
La recogida en sí es un proceso complicado donde se deben conjugar las necesidades del servicio con la minimización de las molestias que se generan a los ciudadanos.
Transporte
En esta etapa se realiza el transporte de los residuos hacia las estaciones de transferencia, plantas de clasificación, reciclado, valorización energética o vertedero.
Las estaciones de transferencia son instalaciones en las cuales se descargan y almacenan temporalmente los residuos para poder posteriormente transportarlos a otro lugar para su tratamiento. Una vez allí se compactan y almacenan y se procede a trasportarlos en vehículos de mayor capacidad a la planta de tratamiento. Normalmente han de estar dotados de sistemas de compactado de la basura para optimizar su transporte. De esta forma se reducen los costes de transporte y se alarga la vida de los vehículos de recogida. En otras ocasiones en que el centro de tratamiento está próximo a los núcleos habitados, los propios vehículos de recogida son los que realizan el transporte a planta.
Ya que tus clientes potenciales (especialmente si te dedicas a formas de gestión muy especializada) podrían encontrarse fuera del ámbito de la Comunidad de Madrid, debes tener en cuenta que la legislación vigente establece limitaciones respecto a los traslados de residuos destinados a ser eliminados.
Selección y tratamiento
Es la etapa final del proceso y la de mayor importancia. En el caso de procesos de reciclaje, si los residuos vienen ya separados desde el origen (como es el caso del papel o el vidrio) se dirigen directamente a la planta de reciclado. Si vienen juntos, hay que separar en función de su naturaleza (por ejemplo los envases). El proceso de selección se realiza mediante diversos sistemas:
Campos magnéticos: metales férricos
Triaje manual: papel y cartón, vidrio, plásticos duros, metales no férricos
Corrientes de Foucault: asisten en la separación de metales no férricos
Sistemas neumáticos: film plástico
Una vez separados los residuos se puede proceder a realizar su tratamiento, que dependerá del tipo de residuo a tratar, y a su finalidad.
No todos los materiales son reutilizables, y algunos que sí lo son producen rentabilidades bajas o incluso negativas, por lo que el gestor de residuos debe evaluar el destino final de los residuos y optar por la eliminación o por un proceso de valoración.
En los últimos años, y en el contexto de la sostenibilidad medioambiental, ha aumentado la presión social y política para favorecer la valorización con respecto a la eliminación. Aun cuando sea imprescindible la eliminación, se tendrá que atender rigurosamente a criterios de respeto al medioambiente y protección de la salud pública.
Los principales procedimientos de eliminación y valoración de residuos son:
Procedimientos de eliminación de residuos: depósito en el suelo o en su interior; tratamiento en medio terrestre; inyección en profundidad; lagunaje; descarga en lugares de vertido especialmente preparados; vertido de residuos sólidos en el medio acuático, incluido el soterramiento en el subsuelo marino; tratamiento biológico o fisicoquímico; incineración en tierra o en el mar; almacenamiento permanente o almacenamiento previo a alguna de las operaciones anteriores; etc.
Procedimientos de valoración de residuos: recuperación o regeneración de sustancias orgánicas, de disolventes, ácidos, metales o compuestos metálicos, y otras materias inorgánicas; valorización de productos que sirven para captar contaminantes o de productos procedentes de catalizadores; regeneración de aceites o nuevo empleo como combustible, para producción de energía, para esparcimiento sobre el suelo en provecho de la agricultura o la ecología, incluidas las operaciones de formación de abono y otras transformaciones biológicas; utilización de residuos obtenidos a partir de alguna de operaciones anteriores; intercambio de residuos y/o almacenamieno de materiales para someterlos a alguna de las operaciones anteriores; etc.
Licencias y autorizaciones previas al inicio de la actividad
Antes del comienzo de tu actividad deberás tramitar, como titular de la actividad y en el Ayuntamiento correspondiente al municipio en el que quieres instalar tu empresa de gestión de residuos, la correspondiente licencia de actividad y, en su caso, de apertura y funcionamiento.
Autorizaciones específicas
Debes saber que, dependiendo del tipo de residuos que va a gestionar tu empresa, deberás solicitar la autorización correspondiente en la Dirección General de Medio Ambiente de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid.
Existen cinco autorizaciones administrativas diferentes, cada una de ellas con sus propios requisitos de solicitud y concesión:
1 Autorización de vertidos al sistema integral de saneamiento
2 Autorización para la realización de actividades de gestión de residuos no peligrosos.
3 Autorización para la realización de actividades de gestión de residuos peligrosos: Tratamiento y/o almacenamiento y/o eliminación.
4 Autorización gestión de vehículos al final de su vida útil
5 Autorización de productores de residuos peligrosos
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