Las gasolineras sin personal, llamadas «desatendidas«, han conseguido poner de acuerdo a sindicatos y empresarios hasta el punto que han suscrito un manifiesto conjunto en contra de este tipo de instalaciones que, según denuncian, «tienen cada una 20.000 litros de combustible dejados de la mano de Dios y son una bomba en pleno centro urbano sin vigilancia». Explican que este tipo de gasolineras, que están proliferando por toda España, hacen competencia desleal al resto, afectan a los consumidores y suponen el despido de centenares de personas.
Representantes del sindicato Comisiones Obreras (CCOO), de la Asociación de Estaciones de Servicio en Málaga y de la Agrupación Andaluza de Vendedores al por menor de carburantes y combustibles (Agavecar) dieron ayer una rueda de prensa en la sede del sindicato en la que aseguraron que, en estos momentos, en Málaga hay 14 estaciones de servicio de este tipo que han supuesto la pérdida de 80 empleos y ya se está tramitando la creación de otras 14 en la provincia. Ahora hay gasolineras «desatendidas» en Ronda, Estepona, Benalmádena, Coín, Vélez Málaga, Antequera, Humilladero, Riogordo, Mollina y Málaga. En el caso de la capital están ubicadas en Mercamálaga y los polígonos San Luis y Santa Bárbara.
En Málaga hay un total de 240 gasolineras con 1.400 empleados y los sindicatos temen que, si impera esta fórmula, las empresas cambien el modelo y todos estos trabajadores se puedan ir al paro.
Estas gasolineras son autoservicio y están amparadas por un Real Decreto. No obstante, los sindicatos dicen que hay trampa. «Hay un decreto que regula este tipo de negocios y obliga a que haya personal atendiendo. En Málaga, por ejemplo, para no contravenir el decreto, se contrata a dos trabajadores para la inauguración y conseguir la licencia de apertura y cuando pasa el mes los despiden», afirmó José Manuel Cerrejón, secretario general de la Federación de Industria de CCOO en Andalucía. Según explican, la Junta de Andalucía «tiene responsabilidad directa porque no hace cumplir el decreto» y «hay también responsabilidad de los ayuntamientos porque son los que dan los permisos de obra civil y la licencia de apertura». Exigen, por tanto, a ambas Administraciones un mayor control. Cerrejón indicó que empresarios y sindicatos, junto a otras asociaciones, han hecho un manifiesto, se lo han enviado a la Junta de Andalucía y aún no han obtenido respuesta.
Critican que, además de la competencia desleal con otras gasolineras al no tener empleados, representan un problema de seguridad «porque puede haber problemas de derrames de hidrocarburos, incendios, accidentes y nadie vigila nada». «Hay clientes que se llevan bidones de 500 litros en el coche y eso está prohibido, pero nadie lo vigila», añaden. Diferencian entre gasolineras «desatendidas» y de bajo coste, apoyando a éstas últimas siempre que tengan empleados.
Los sindicatos y los empresarios dicen que también «se atenta contra los derechos de los consumidores porque no se puede pedir factura, ni pagar en efectivo, ni exigir pruebas de la calidad y es una afrenta a las personas discapacitadas que no pueden acceder porque necesitan ayuda para repostar».