Según Sanidad en España hay unos 2.500 tatuadores trabajando de forma legal, con su correspondiente licencia de actividad de centro de tatuaje, con el registro sanitario y el título de higiénico-sanitario. Sin embargo existen encubiertos otros 5.000 tatuadores ilegales, según estima el secretario de la Unión Nacional de Tatuadores y Anilladores Profesionales (UNTAP).
Según las cifras, por cada tatuador con todos los papeles en regla existen otros dos lo hacen sin la titulación oficial exigida, trabajando generalmente en sus casas y sin la licencia de actividad y apertura correspondiente. Según la UNTAP, el 99% de las ofertas de tatuajes que se publican en portales como Vibbo o milanuncios son de «tatuadores ilegales».
Para ser un tatuador correctamente legalizado, es necesario obtener el título de higiénico-sanitario en un centro homologado, estar de alta en la Seguridad Social y tramitar la correspondiente licencia de actividad. Para aprobar el título, se debe superar un cursillo de técnicas higiénicas, adaptado a los tatuadores, que puede oscilar entre las 25 y las 40 horas.
Según las cifras cada semana abren uno o dos nuevos estudios en la Comunidad de Madrid. En esta comunidad operan unos 300 establecimientos legalizados que nada tienen que ver con los estadounidenses, donde los clientes son atendidos en un mismo espacio, como si estuvieran en una peluquería. La normativa actual vigente obliga a que los clientes sean tratados en espacios compartimentados, como si estuvieran en la consulta de un dentista. Además, se deben separar las cabinas de tatuaje de las que se utilizan para los anillados.