El ruido continuado es una de las mayores molestias que pueden sufrir los residentes de un edificio por lo que cada vez más y más Ayuntamientos están tomando rigurosas medidas para afrontar este exceso de ruido.
Prueba de ello es por ejemplo el Ayuntamiento de Benavente que acaba sancionar con 2.000 euros a una sociedad gestora del centro de hemodiálisis. El Consistorio resuelve el expediente incoado a raíz de las elevadas emisiones sonoras ocasionadas a finales del pasado año que superaban los niveles máximos permitidos.
El expediente sancionador se ha resuelto con el resultado de una multa de 2.000 euros por la emisión de ruidos en el ejercicio de la actividad. Los servicios técnicos municipales emitieron informe de las emisiones sonoras en una de las viviendas afectadas del inmueble en cuya planta baja ejerce la actividad la sociedad.
La sanción ahora impuesta por el Consistorio está considerada como grave y a la Ordenanza Municipal se fijan sanciones entre 601 euros a 12.000 euros. El Ayuntamiento ha resuelto el expediente con una multa de 2.000 euros.
El ejercicio de la actividad del centro de hemodiálisis no ha sido ajeno a la polémica, incluso antes de contar con la licencia. La sociedad optó por acudir a los tribunales pidiendo una medida cautelar ya que el Ayuntamiento le había denegado la licencia de obras con objeto de que se cumpliese con el planeamiento urbanístico. Los informes de los servicios técnicos municipales llegaron solicitar la clausura de la actividad en base a las infracciones detectadas.
Infracciones que pasaban por ejecutar las obras sin licencia, durante el trámite se informaba de su no-procedencia por incumplimiento del PGOU en cuanto a plazas de aparcamiento. Una situación por la que no se otorgaba la licencia final de obra. A ello se sumaban las molestias a vecinos del inmueble según las denuncias y actas de las emisiones sonoras en las que se constataba superar los límites de emisión e inmisión establecidos por la Ley del Ruido.